top of page

Administrando mi tiempo con propósito

Si eres una mujer joven, probablemente tu vida está llena de actividades: estudios, trabajo, redes sociales, iglesia, amistades, compromisos familiares… y si eres honesta, a veces sientes que no te alcanza el tiempo para nada. Terminas el día agotada, sin haber hecho lo que realmente querías (como leer tu Biblia, orar, descansar o avanzar en ese proyecto que Dios puso en tu corazón).


La buena noticia es que sí puedes administrar tu tiempo mejor. Pero no se trata solo de organizar tu agenda —se trata de vivir con intención y propósito. Y eso comienza con poner a Dios en el centro.


El tiempo es un regalo, y también una responsabilidad


La Biblia nos enseña que el tiempo no es nuestro, es un recurso que Dios nos confió:


“Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” – Efesios 5:16

“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” – Salmo 90:12


Dios quiere que seamos buenas administradoras de todo lo que Él nos da: nuestros talentos, recursos… y también nuestro tiempo. Cada minuto que tienes es una oportunidad para glorificar a Dios, crecer, servir o descansar con propósito.


Algunas razones comunes por las que sentimos que “el tiempo no rinde”:


  • Procrastinación (dejas todo para después).

  • Falta de prioridades claras.

  • Redes sociales (más tiempo del que admitimos).

  • No decir “no” a cosas que no deberías aceptar.

  • Falta de planificación.


Administrar bien tu tiempo comienza con reconocer en qué lo estás gastando realmente ¿Cuál de éstas razones comunes identificas en tu vida hoy?


Te compartiremos 5 prácticas claves para administrar mejor tu tiempo:


1. Empieza el día con Dios

No importa qué tan ocupada estés, dedica los primeros minutos de tu día a Dios. No es perder tiempo, es alinearte con su propósito. Ora, lee un versículo, escucha un devocional.


Un corazón enfocado en Dios administra mejor su tiempo.


2. Define tus prioridades (¡no todo es urgente!)

Haz una lista de lo que realmente importa:


  • ¿Qué necesitas hacer hoy?

  • ¿Qué puedes delegar o posponer?

  • ¿Qué estás haciendo que no te edifica o te hará perderte en el día?


Pregúntate también: ¿Hay algo que tengo como prioridad que me aleja del propósito de Dios?


3. Haz una planificación semanal y diaria

Usa una agenda, app o cuaderno. Planifica:


  • Tiempos de estudio/trabajo

  • Tiempo devocional

  • Espacios para descanso

  • Tareas importantes

Escribirlo te ayuda a tener claridad y dirección. Si deseas y consideras necesario, pon tu lista en lugares visibles.


4. Aprende a decir “no”

Aveces tienes que aceptar que no puedes con todo. Aprender a decir “no” a ciertas invitaciones, compromisos o distracciones es amar tu propósito y cuidar tu energía.


“Todo tiene su tiempo… tiempo de callar y tiempo de hablar.” – Eclesiastés 3:1,7


¿A qué tienes que decir que no ésta semana o las próximas?


5. Usa bien los momentos pequeños

Aprovecha los “tiempos muertos”: mientras esperas en una fila, en el bus, en tu carro o entre clases, puedes:


  • Memorizar un versículo

  • Hacer una oración corta

  • Escuchar un podcast cristiano


Pequeños hábitos traen grandes resultados.


Aplicación práctica

Esta semana, haz lo siguiente:


  • Ora cada mañana por sabiduría para administrar tu día.

  • Haz una lista diaria de 3 prioridades (no 10).

  • Limita tu tiempo en redes (con alarmas o apps).

  • Separa intencionalmente tiempo para lo que más alimenta tu espíritu.

  • Cuéntamos cómo te va.


Recuerda:

Tu tiempo es tu vida, y cómo lo usas refleja a quién o qué estás siguiendo. No se trata de ser “productiva” todo el día, sino de ser intencional con cada momento. El dominio del tiempo no se logra en un día, pero se cultiva con disciplina, fe y enfoque en Dios.


“Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor…” – Colosenses 3:23


Hoy puedes comenzar a vivir con propósito, sin prisas y con paz, sabiendo que tu tiempo en manos de Dios siempre rinde más.

 
 
 

Comentarios


bottom of page